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domingo, 7 de febrero de 2010

El Trago Amargo de la Confesión

La Confesión es uno de los siete Sacramentos instituidos por la Iglesia Católica; es el más antipático para la mayoría de las personas pero ciertamente es el más " liberador".La Confesión es el más polémico de los sacramentos para nuestros hermanos protestantes.No encuentran la justificación del sacramento; ha sido criticado desde principios del protestantismo.Que una persona vaya donde otra y le cuente sus pecados para que ese otro ser humano le perdone no tiene justificación para nuestros hermanos.Analisemos a profundidad (según mi limitada visión).
Nosotros los seres humanos estamos constituidos de dos substancias; el cuerpo que es material) y el alma que es espiritual o inmaterial.Estas dos sustancias interactúan o se relacionan con la otra afectando positiva o negativamente la otra sustancia. El pecado es un delito espiritual cuyo estímulo es generalmente físico o material.Cuando el delito es menos grave le llamamos pecado venial y cuando es muy grave le llamamos pecado mortal.Si aplicamos esto a la física :cada acción conlleva una reacción opuesta por lo que debemos pensar que cada ofensa trae dolor a otro ser: ya sea:planta animal,humano-físico , humano-espiritual y puramente espiritual que es Dios.Cada pecado o delito rompe con ese equilibrio perfecto y afecta a dos o más de esos entes.Para que ese equilibrio se restablezca es necesario el arrepentimiento y acción (reacción proporcionalmente inversa) a la falta o delito cometido. Por ejemplo: X asesisinó a Y ,¿Qué restablecería el equilibrio? Posiblemente nada, pero Dios en su misericordia le daría a X la oportunidad de salvar su alma pero lo haría sufrir (purgar) o padecer bastante para perdonarle el terrible asesinato.
Jesús,el que trajo nuestra salvación con su muerte, le dio a los Apóstoles el poder de desatar o dejar atados nuestros pecados con estas condiciones:aceptar que pecamos, arrepentirnos totalmente de la acción hecha y cumplir cabalmente con la penitencia que nos sea impuesta para reestablecer el equilibrio divino.Para nuestros hermanos protestantes es más fácil, pequé( maté), hablé con Dios y le pedí perdón, sé que me perdonó sin condiciones, por mi fe sé que estoy salvo, voy de cabeza pal cielo.Para nosotros los católicos es más difícil: pequé(maté),me arrepiento, acepto frente a un Sacerdote mi error, éste me dice que para perdonarme tengo que entregarme a la justicia y pagar la consecuencia de mis actos,entonces y sólo entonces quedo limpio de pecado(rezo mi penitencia).El éxito se lograría cuando el Sacerdote impusiera una sentencia justa, proporcional al pecado y nosotros estuviéramos dispuestos a someternos al juicio que es el Sacramento de la Reconciliación o restitución de la Gracia perdida.La confesión es un proceso de purificación necesario para nuestro equilibrio espiritual y para el equilibrio físico- espirutual del universo del mundo. Algo parecido al Karma en el que creen los hindúes.Gracias a Jesús,Nuestro Salvador, que puso el Cielo a nuestro alcance. Ahora depende de nosotros:la oración, la meditación,las buenas acciones, la purificación del alma y el arrepentimiento cabal y verdadero nos llevarán a la Salvación. La Iglesia nos da las herramientas, la Sabiduría, el conocimiento( los Mandamientos),la fuerza; la Gracia (los sacramentos) y la coherencia para alcanzar nuestro ideal; alcanzar la Salvación.

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